
En una sentencia dictada hace algunos días el tribunal de justicia de la Unión Europea declaro ilegal el acuerdo entre Europa y Estados Unidos para transferir datos, lo cual ocasiona dejar sin efectos al llamado “escudo de privacidad” una herramienta utilizada por miles de empresas la cual permite que los datos personales se trasfieran de una empresa de la UE a otra de EE.UU., solamente en caso de que la empresa procese los datos personales con arreglo a una serie de normas de protección y salvaguardas definidas.
La invalidez del acuerdo se declaró derivada de una resolución emitida en contra de la compañía Facebook, en la cual se sentenció que el “escudo de privacidad” no protege adecuadamente los datos de los ciudadanos europeos de las leyes de vigilancia y seguridad de los Estados Unidos, considerando que las salvaguardas no son suficientes y por lo tanto ilegales.
La decisión de la corte podría significar un gran retraso a la economía digital, pero dado que el tribunal no puso objeción sobre las transferencias basadas en las “cláusulas contractuales” derivadas del reglamente general de protección de datos europeo, las empresas de mayor tamaño las tomaran como protección para seguir funcionando ya que constituyen salvaguardas que continúan vigentes a la fecha, pero aquellas empresas que no las tengan firmadas tendrán que dejar de operar, mismas que se encuentran en total desacuerdo con la decisión judicial.
Para las empresas tener la posibilidad de transferir datos personales es fundamental permitiéndoles seguir con su funcionamiento normal, considerando también los beneficios que genera para quien los comparte, considerando que nuestra información personal revela mucho de nosotros al grado de llegar a ponernos en riesgo, es indispensable tener los mecanismos y las salvaguardas necesarias para la protección de los derechos de los particulares.
Por lo tanto, si bien la decisión judicial genera consecuencias negativas para el flujo de las compañías, los particulares necesitan tener la seguridad de que su información personal es protegida al momento de compartirla en el entorno digital y es imprescindible que los legisladores desarrollen soluciones para asegurar la protección de la información personal y que las empresas puedan continuar con la actividad económica digital, buscando la forma de favorecer a ambas partes.