
Con los establecimientos cerrados a causa del COVID-19 la sociedad ha adecuado nuevos hábitos de consumo y quienes no optaban por las ventas en línea debido a la situación no les quedo de otra, siendo el e-commerce el más favorecido, generando un gran crecimiento durante estos meses.
Por tal motivo las empresas se han visto obligadas a implementar nuevas estrategias de mercado, a través del comercio electrónico para satisfacer las necesidades de su público y lograr subsistir en esta crisis.
En México las relaciones jurídicas que nacen de los actos de comercio electrónico se encuentra reguladas en varias legislaciones, la Ley Federal de Telecomunicaciones, la Ley Federal de Protección al Consumidor, el Código de Comercio, el Código Civil Federal, el Código Fiscal de la Federación, la Ley Federal del Derecho de Autor y la Ley Federal de protección a la Propiedad Industrial.
El código de comercio y el código civil son los principales reguladores que rigen las mencionadas operaciones comerciales por medios electrónicos, mientras que los diversos ordenamientos jurídicos como la Ley Federal de Derecho de Autor regula la protección en el contenido de una página de Internet; la Ley Federal de protección a la Propiedad Industrial regula lo relacionado a las marcas y signos distintivos, los nombres de dominio u otras figuras se protejan y la Ley Federal de Protección al Consumidor rige los contenidos y ofrecimientos de promociones y ofertas realizados por medios electrónicos.
También es necesario considerar como normativa la reciente entrada en vigor del T-MEC motivo por el cual se prestarán una serie de cambios en relación al comercio electrónico, favoreciéndolo reduciendo costos derivados de operaciones aduaneras con el fin de facilitar intercambios comerciales, pero al mismo tiempo presentado retos en temas como protección de datos, logística, pago de impuestos, servidores, entre otros.
De los principales desafíos que se presentan con esta figura es la protección de los datos personales regulados por la Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores por el lado del consumidor, y por el lado de la empresa tener un soporte para la adopción y cumplimiento de la normativa, siendo indispensable que la autoridad sea previsora y contribuya generando una adecuada regulación del e-commerce que reduzca asimetrías, con programas que permita a las empresas responder rápida y asertivamente a los requerimientos de sus consumidores respetando sus derechos.
Considerando todo esto en especial que el comercio electrónico llego con la crisis para quedarse y en definitiva seguir creciendo, sería necesario tener una legislación más amplia enfocada estrictamente a regular los actos jurídicos derivados del e-commerce, y que al mismo tiempo vaya en sintonía con las nuevas obligaciones que ha contraído el Estado Mexicano a raíz del T-MEC, con el propósito de tener una visión más clara en materia de normatividad tanto para el consumidor como para las empresas.