
La contingencia llevo al país a recurrir a diferentes medidas para proteger la salud de todos, como la implementación del trabajo a distancia por parte de las empresas, del mismo modo los tribunales se han ido adaptando, tramitando asuntos en línea en algunas entidades federativas, pero no con la fluidez necesaria que requiere la impartición de justicia.
Hemos visto como la tecnología ha sido el gran aliado de todos durante este tiempo, permitiendo que las cosas sigan su curso en la medida de lo normal, la administración de justicia no tiene por qué ser ajena a esto, es momento de tomar todo lo que está sucediendo como aprendizaje y adaptarlo a la nueva normalidad, el ejercicio de la abogacía necesita de un esquema operativo y eficaz de justicia digital.
Los tribunales necesitan adoptar mecanismos que eviten los largos litigios, y trabajar en medidas preventivas como lo son los mecanismos alternos de solución de conflictos, considerados como métodos que buscan brindar a las partes involucradas en un conflicto la vía mas fácil y rápida para su solución; es momento de tomarlos en serio y buscar que se incremente su utilización, para orientar el trabajo jurídico hacia a estricta solución de problemas.
En varios estados del país se implementaron video-conferencias en las materias más urgentes como lo son familiar y penal, mediante una agenda electrónica gestionando a los mediadores en tiempo real los asuntos atendidos por jueces que necesiten de su uso; esto es un claro ejemplo de como la crisis nos llevó a cambiar el pensamiento estructural para adaptarnos a un nuevo modelo con ayuda de la tecnología, con el estricto propósito de solucionar los conflictos.
La situación ahora es encaminar lo que está pasando y que sea solamente sean medidas por lo que dure la contingencia, el estado debe tomar las medidas necesarias para que la impartición de justicia transite hacia mejores fórmulas para la resolución de conflictos, destacando la mediación y otros métodos alternos en lugar del litigio, y lo más importante tratando de adecuar lo más posible hacia la utilización de la tecnología con el fin de lograr una justicia pronta y expedita, protegiendo a los ciudadanos de aglomeraciones y posibles riesgos de contagio.